La creatividad y la innovación repercuten directamente en el éxito de la empresa, en su posicionamiento, en el valor que ésta puede aportar a sus clientes y en consecuencia en su facturación. En Proyecta Innovación vemos que las empresas que tienen la innovación y la creatividad en su ADN son capaces de pensar diferente, de ser originales y de aportan valor.
¿Cómo ser más creativo? Esa es la pregunta que todas las empresas se formulan día a día y en la que trabajamos. Las empresas reciben constantemente mensajes que hablan de que tienen que innovar y fomentar la creatividad pero nadie les dice cómo hacerlo.
La creatividad es una decisión que las empresas deben tomar y con un poco de esfuerzo y dedicación lograrán un giro importante que les traerá resultados en el corto plazo, pero sobre todo en el medio y largo plazo. Es un comodín que abre posibilidades para ser más competitivos y para garantizar la continuidad de la empresa. La innovación y la creatividad se han convertido en un seguro de vida que todos deberíamos tener.
¿Para qué nos pueden ayudar fomentar y desarrollar la creatividad en la organización? Los beneficios son incuestionables ya que además de permitirnos ampliar las potencialidades y originalidad de la empresa, nos ayuda a lograr innovaciones valiosas, a generar ideas interesantes para afrontar los retos, a fomentar el trabajo en equipo y a incrementar la motivación del mismo. Sin embargo, lo más importante es que contribuye a que las personas de la empresa aporten lo mejor de sí mismas porque no tenemos que olvidarnos de que no existen empresas creativas, sino que existen personas creativas.
Algunos expertos hablan de que hemos pasado de la “Era de la información” a la “Era Conceptual”. Conseguir personas cualificadas y llegar al conocimiento es cada vez más fácil y ya no supone un gran reto para las organizaciones, ahora las personas creativas y empáticas son las que marcan la diferencia y son las personas más demandadas en empresas que innovan.
A diferencia de lo que muchas personas piensan la creatividad no es un talento que poseen las “personas escogidas”. Sólo el 2% de la población tiene esta habilidad desarrollada y es creativa “de serie”. Sin embargo, la buena noticia es que todos podemos ser más creativos y podemos desarrollar esa habilidad con esfuerzo y dedicación para pensar productivamente. Y en este sentido es la empresa la que debe potenciar que sus trabajadores aporten lo mejor de si mismos.
¿Qué podemos hacer en la empresa para fomentar la creatividad?
- Implantar el estado “beta”. Este estado nos ayuda a estar atentos para estar mejorando constantemente y para buscar alternativas que sean más interesantes. Nos ayuda a no conformarnos con las soluciones actuales.
- Crear el contexto adecuado para que se genere la creatividad. No sólo nos referimos a tener un espacio adecuado para llevar a cabo las sesiones. Hablamos también de colaborar con el entorno (con universidades, centros tecnológicos, empresas competidoras, proveedores…).
- Involucrar a la dirección. Si la dirección no cree en la creatividad será muy difícil que se pueda desarrollar puesto que todo se verá como una pérdida de tiempo y como un gasto.
- Trabajar con personas comprometidas. Para que una persona sea creativa es necesario que esté comprometida con su trabajo o que directamente le apasione. Sólo si nos gusta lo que hacemos y si estamos a gusto podremos aportar nuestro granito de arena…
- Dejar pensar a las personas. El exceso de control en las organizaciones hace que las personas dejen de ser creativas por miedo a equivocarse. Además hace que se adopten las medidas o se tomen las decisiones que se entiende que tomarían los directivos, lo que hace que matemos la diversidad tan buena para la creatividad.
- Contar con personas diferentes. El equipo que participe en el proceso creativo dependerá del reto, pero sí que podemos destacar que en general el equipo será más interesante cuanto más diferente sea. Lo ideal es contar con personas con diferente experiencia, edad, formación, puesto, bagaje cultural…
- Desplegar correctamente la estrategia y los objetivos de la empresa. Si no tenemos bien definida la estrategia de la empresa y los objetivos posiblemente el equipo se dispersará y no trabajará en aquello que es realmente importante para la empresa.
- Permitir el juego. La creatividad supone fluir, estar tranquilo, disfrutar de lo que se hace y jugar. En las sesiones de creatividad jugamos, pero con unos objetivos concretos y con un compromiso, así que no nos tiene que “preocupar” si nuestro equipo está en un ambiente relajado. Que haya risas no significa que no trabajen. Además el “ja ja” genera dopamina y ayuda a llegar al “aja” o “Eureka”.
- Mejorar la comunicación interna de la empresa. Este es uno de los aspectos clave y uno de los males endémicos de las organizaciones. Debemos cuidar la comunicación (tanto del equipo de creatividad con la alta dirección si ésta no está implicada, como con el resto de los miembros). Es muy positivo que la organización conozca que estamos trabajando para innovar (tanto innovación tecnológica como no tecnológica). Asimismo es vital cuidar la comunicación con el equipo de creatividad, para que conozcan lo que se espera de ellos y el proceso.
- Formar al equipo. Es muy importante que el equipo esté formado en los aspectos básicos de la creatividad y conozca en qué consisten las técnicas que utilizamos para generar y evaluar las ideas (consulte nuestros cursos de creatividad).
Existe una serie de cosas que no debemos hacer nunca si nuestra intención es ser creativo y que nuestra organización lo sea. A continuación te indicamos algunas de las que consideramos en Proyecta Innovación muy importantes:
- Penalizar los errores y vivirlos como fracasos. La innovación conlleva incertidumbre y supone explorar muchos caminos para encontrar el adecuado. De los errores se aprende y eso es lo que tenemos que trasmitir y hacer.
- No destinar los recursos necesarios. Llevar a cabo sesiones creativas conlleva que las personas dediquen tiempo (poco tiempo, pero tiempo) a las sesiones y conlleva formar a las personas o contar con expertos externos que nos ayuden.
- No tener unos objetivos claros. Como comentábamos anteriormente la creatividad está al servicio de la estrategia y de los objetivos de la organización. Nos debe ayudar a conseguir los objetivos que se ha marcado la empresa (mejorar la comunicación interna, mejorar productos, lanzar productos nuevos, mejorar la experiencia con nuestros clientes…). La creatividad nos ofrece muchas posibilidades, pero es verdaderamente útil cuando está bien enfocada.
A modo de conclusión destacar que la creatividad y la innovación ya no son una alternativa, sino que son el camino que debemos seguir y potenciar si queremos ser competitivos y asegurar nuestra continuidad. Conseguirlo depende exclusivamente de la empresa, de que tome la decisión. A diferencia de lo que muchos piensan todos podemos ser más creativos y fomentar esta creatividad no tiene porque suponer grandes recursos. La innovación y la creatividad están al servicio de todo tipo de empresas independientemente de su tamaño o sector.
Sin duda el resultado de trabajar la creatividad es muy bueno, así que “hoy puede ser un buen día para empezar”.