En la etapa de ajustes que estamos viviendo, en una coyuntura económica nada alentadora, “lo único que está ofreciendo garantías a las empresas para obtener retorno de sus inversiones son las deducciones fiscales por I+D+i” según indica Javier Dader en su artículo “Deducciones fiscales por I+D+i, un valor seguro”.
Las subvenciones y los créditos reembolsables se están viendo aminorados de forma importante, se han derogado las bonificaciones a la Seguridad Social por la contratación de personal investigador y lo único que se está reforzando son las actividades de innovación tecnológica que han incrementado su porcentaje inicial de un 8% a un 12%.
Por lo que a I+D respecta, el sistema de deducciones fiscales por I+D+i apoyado en los informes motivados emitidos por el Ministerio de Economía y Competividad sigue vigente, aunque los Presupuestos Generales del Estado han reducido en un 10% el límite conjunto de todas las deducciones, aunque se ha anunciado que se trata de una medida temporal. Sea como sea, de lo que existen indicios es de que se va a producir una apuesta por la cesión entre empresas de intangibles(Patent Box),aunque es algo que todavía está en ciernes puede tener una implantación positiva en las empresas.
La época de subvenciones y créditos a bajo interés ha llegado a su fin, y las empresas si quieren obtener un retorno, primero han de invertir sus recursos en proyectos 100% innovadores, por ello, el sistema de deducciones fiscales seguirá teniendo un importante peso en la financiación de las actividades que realicen las empresas por I+D+I.