Las subvenciones son aportaciones económicas otorgadas por organismos, normalmente públicos, aunque en ocasiones también pueden ser ofrecidas por entidades privadas, con el fin de ayudar a llevar a cabo una actividad que requiere una inversión considerable, o para la que la empresa en cuestión pueda hacer frente en solitario a un determinado gasto.
Por concepto, estas aportaciones económicas no requieren devolución, siempre y cuando se cumplan los requisitos establecidos en las bases del organismo que convoca la subvención. Generalmente, las subvenciones están destinadas a proyectos que promuevan el desarrollo social, económico, cultural o científico.
Normativa que regula las subvenciones públicas
En España, están reguladas por la Ley General de Subvenciones (Ley 38/2003, de 17 de noviembre), que es la principal norma que regula las subvenciones públicas, definiendo aspectos clave como los procedimientos, los derechos y obligaciones de los beneficiarios, y las sanciones en caso de incumplimiento.
Las bases reguladoras son un marco legal que establece, para cada una de las diferentes subvenciones, quién puede o no ser beneficiario, los pasos a seguir para cumplimentar la documentación necesaria y, finalmente, los procedimientos de selección y otros requisitos según lo estipulado en la Ley 38/2003.
Así, las bases reguladoras tienen como función clave establecer los criterios objetivos y específicos para seleccionar a las empresas beneficiarias de forma justificada, objetiva y razonable. Por esta razón, toda subvención requiere la aprobación y publicación de sus bases reguladoras, que son las que determinan sus requisitos.
La convocatoria de una subvención es el anuncio específico que abre el plazo para solicitarlas en un momento concreto.
Las bases reguladoras y la convocatoria de una subvención pueden proceder de distintas administraciones (local, provincial, autonómica, nacional o de la UE). En ese caso, cada administración puede generar sus propias bases reguladoras y convocatorias, siempre dentro de las normas establecidas por dichas entidades.
¿Qué diferencias hay entre una ayuda y una subvención?
Aunque los términos «ayuda» y «subvención» suelen usarse indistintamente, existen diferencias:
- Subvención: Es una aportación económica directa que no se devuelve, otorgada para financiar proyectos o actividades específicas.
- Ayuda: Es un término más amplio que puede incluir subvenciones, pero también otros tipos de financiación, como préstamos bonificados o con condiciones favorables (que sí se deben devolver), deducciones fiscales, bonificaciones en la Seguridad Social, entre otros.
¿Cómo funcionan las subvenciones y ayudas públicas?
Las subvenciones funcionan mediante la publicación previa de unas bases que establecen los requisitos, criterios de selección, entre otros aspectos, y una convocatoria oficial en la que se determinan los plazos y otras condiciones de la solicitud.
En estos documentos se especifican los modelos o formatos de solicitud, que pueden incluir o no una memoria técnica, dependiendo de la índole de la ayuda, así como el resto de la documentación requerida: presupuestos, declaraciones de cumplimiento de requisitos, etc.
Normalmente, las subvenciones se aprueban en régimen de concurrencia competitiva, lo que significa que se adjudicarán a aquellos solicitantes que obtengan la máxima puntuación según los criterios establecidos por el órgano concedente de la ayuda, es decir, los proyectos compiten entre sí.
En otras ocasiones, se conceden por orden de solicitud hasta agotar los fondos, sin necesidad de competencia entre solicitantes, generalmente por razones de urgencia o interés público. A estas se les conoce como subvenciones directas.
Los beneficiarios deben justificar el uso de los fondos mediante informes y documentos que demuestren el cumplimiento del objetivo financiado.
¿Cuáles son los procedimientos de concesión de subvenciones?
De forma esquemática, aunque puede haber variaciones según la ayuda, el procedimiento general es el siguiente:
- Publicación de las bases reguladoras.
- Convocatoria.
- Presentación de solicitudes.
- Evaluación de las solicitudes.
- Concesión o denegación de la subvención.
- Ejecución del proyecto subvencionado.
- Justificación.
- Control y auditoría.
¿Qué pasa cuando no se cumple con el objeto de la subvención?
Cuando el beneficiario no utiliza los fondos para el propósito previsto o se incumple con las condiciones establecidas en las bases o convocatoria, pueden surgir varias consecuencias legales y económicas, dependiendo del grado de incumplimiento y la existencia de ánimo de dolo.
Las principales consecuencias suelen ser:
- Devolución de la subvención o reintegro: Normalmente se aplican intereses de demora, calculados desde el momento en que se desembolsó la subvención hasta que se produce su devolución.
- Reclamación de daños y perjuicios: Esta situación puede darse en casos graves o cuando se haya producido un uso negligente o fraudulento de los fondos.
- Inhabilitación para futuras subvenciones: El beneficiario puede quedar inhabilitado para recibir nuevas subvenciones durante un período determinado, normalmente entre tres y cinco años.
- Sanciones administrativas: Estas suelen imponerse en casos de fraude, bien por el incumplimiento grave de las condiciones de la subvención, bien por la ocultación de información relevante.
- Devolución parcial de la subvención, normalmente cuando parte del proyecto o de los objetivos no se han alcanzado, o no se han logrado en su totalidad.
- Responsabilidad penal: Solo en casos muy graves: falsificación de documentos, fraude, etc., el solicitante puede ser procesado judicialmente, enfrentándose a posibles multas y penas de prisión.
- Revocación de la subvención: El organismo convocante en particular y la administración pública en general, pueden revocar la concesión de la subvención si se detectan incumplimientos graves. Esto puede ocurrir tanto durante la ejecución del proyecto, como tras la justificación.
Es importante tener en cuenta que las administraciones públicas suelen realizar controles y auditorías posteriores para verificar que los fondos han sido utilizados correctamente.